venga jaleo jaleo, ya se acabo el alboroto y ahora empieza elTIROTEO
Anoche viví uno de esos episodios neoyorkinos impagables,como de Canción Triste de Hill Street, bueno mejor de Law&Order, o Los hombres de Harrison; desgraciadamente perdieron la vida tres personas inocentes, pero juro por mis niños que yo no lo provoqué.
Era la primera noche de primavera después de el extraño invierno que hemos vivido. Trabajé como un c..... todo el dia desde muy temprano y al acabar de mis tareas en la tele, me encontraba de un humor excelente, así que llamé a mi Scott y le dije:
-Churri,ponte una chamarra ligerita y vamos a dar un paseo por el barrio. La noche divina, nosotros divinos, nos besamos por las calles del WestVillage para demostrar que ese seguía siendo un territorio gay aunque con tanta aceptación e integración digan que ya no lo es, que todo está normalizado, y una m.....Hay que seguir con la cruzada, maricones besaos por las calles!! a las barricadas!! vive la resistance!
Cenamos en casa, pedimos delivery, estabamos cansados y es muy incómodo cocinar en su cocinita de la señorita Pepi's. Al acabar, después de unos roménticos eructos de placer, empezó una mascletá en el exterior que me hizo caer en que estamos en época de Fallas y que a lo mejor la Casa de Valencia estaba celebrando anticipadamente algo. Pero no era lúdico-festivo el motivo de la traca, era un psicópata pegando tiros a diestro y siniestro. Mi Scott que se asoma a la window y yo:- Ay Scó ten cuidaico por Dios y por la Virgen...- pero mi niño que es muy valiente, porque se ha criado en Detroit donde hay muchisima delincuencia, saca medio cuerpo por la ventana y de la misma manera lo vuelve a meter gritando un:Cuerpo a tierra!! que ni recuerdo como se dice en inglés del grito que dió el tio. Claro, al vivir en un primero, una bala te puede entrar perfectamente y atravesarte alguna zona craneal con consecuencias irreversibles. Las balas fueron a parar a unos policias novicios, creo que voluntarios del NYPD. El loco de la pistola también se cargó al chico de la pizzería donde empezó toda la trifulca. Los coches de policia y sus sirenas invadieron la calle Sullivan entre Bleecker y W3(o sea debajo de la casa de mi novio), los polis de uniforme y de paisano corrian que se las pelaban pistola en mano a la caza del criminal. Ambulancias, gritos, mas disparos. Mi Scott, a pesar de su pasado en Michigan, estaba cagado, yo, para aquel entonces, le habia dado unas caladas al canuto para sobrellevar el momento de tensión. Me relajé tanto que a la media hora estaba cachondo como un piojillo. Lo que siguió fue una hoguera de pasión que ni las de los Ninots de Valencia...
2 Comments:
Ostitú que capítulo más smackiflante!!! yo en Mallorca y como no se me ponga a pegarme tiros un maniquie o Juan Antonio, lo más chipendilerendi que me puede pasar es comerme una ensaimada... Mallorca es así.
Y yo minetras comprando jaulas de perdices an Cazorla. Que dispar es el mundo!
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